DIY Hunters day: gran fiesta gran

DIY Hunters day: gran fiesta gran

El pasado fin de semana estuve en Madrid para asistir, por tercera vez consecutiva, al DIY Hunters Day (que ya va por su 4ª edición), organizado por las chicas de Handbox y la revista YoDona. Y, como no quiero que te quedes afuera, si es que no pudiste asistir, hoy te traigo las plantillas que usamos en mi taller y también la transcripción de mi ponencia: El mundo te necesita especial, no especialista. Como siempre, el evento convirtió mi sábado en uno para el recuerdo. Siempre me sucede, porque allí os encuentro a vosotras que sois el valor añadido del día, de lejos.

La ponencia

No tengo palabras para agradecer todo el cariño que he recibido. Cariño que me ayudó a acabar mi ponencia porque estaba en panic attack total. Mirad que de normal hablo hasta por los codos pero estaba “acojonadita perdida”. Pero, al final, todo fue encontrando su cauce y yo también… Gracias, gracias por cada gesto a la distancia, por cada aplauso y por cada voz de aliento. Gracias.

Me hacía especial ilusión mi ponencia porque es un tema que me toca bien de cerca y que me ha permitido no solo enseñar mi esencia sino también motivar a otras mujeres que, como yo, están llenas de inquietudes y recursos, y a las que, seguramente más de una vez, han tildado de “dispersas” o “carentes de concentración o definición alguna”.

Así que aquí va. Os dejo solo el texto porque no tengo ningún vídeo de la ponencia completa, aunque sí podréis encontrar gran parte de la ponencia en los destacados de mis stories en Instagram…


Hola a todas. Soy Sami. Sami Garra. ¿Qué tal? Bueno, para las que aún no sepáis quién soy, además de tener un nombre tan bonito soy ilustradora. También soy carvadora de sellos y fotógrafa… Sí, también soy fotógrafa. Soy… artesana, diseñadora, buscadora incansable de unicornios…, directora de una escuela online, profesora, jefe de compras de la tienda de nuestra web, correógrafa postal, crafter, medio influencer… Emprendedora, editora de vídeo, kaleshi de un perro-dragón, hacedora de agendas, instagramer, bloguera, viajera, facebookera… ¡Ah! Y la chica feliz del pelo rosa.

No, ahora en serio, es un lío. Cuando conozco a alguien por primera vez y, muy razonablemente, me pregunta que a qué me dedico, yo respiro hondo…, me remango, le echo una mirada de “te vas a enterar” y, al final, me da pereza y digo que soy artista.

Y es que es así, en un mundo en el que tanto se ha puesto de moda insistir sobre la ultra-mega-recontraespecialización, vengo yo, aquí como me veis, y decido pasar de “el que mucho abarca, poco aprieta” y diversificarme todo lo posible. ¿Por qué? Bueno, quizás porque estoy un poquito loca… No, va, por qué…

PORQUE EL MUNDO NO NECESITA QUE SEAMOS ESPECIALISTAS, LO QUE NECESITA ES QUE SEAMOS ESPECIALES.

Sin mayor problema, somos capaces de aceptar que la diversidad cultural es maravillosa, incluso la diversidad laboral en una empresa llena de empleados. Pero ¿qué pasa con nuestra propia diversidad?

Nos hemos empecinado en tener una palabra que nos defina, solo una: abogada, enfermera, matemática, diseñadora… y nos hemos olvidado de que el mundo ya tiene MUCHO de todo eso. Hoy en día, con internet, la globalización, la saturación que tenemos de publicidad, la competencia en cualquier sector es feroz. Ya puedes ser una profesional como la copa de un pino, meterle horas y horas como si no hubiera que vivir y mucho menos que dormir, o dejarte los cuartos en publicidad. Si tu proyecto no tiene un valor añadido, algo que lo distinga por encima de los demás, seguramente esté predestinado al fracaso. ¿Y cómo vamos a apartar ese algo más si ya empezamos por restringir facetas y capas de nosotras mismas? ¿Cómo encontraremos ese valor añadido si limitamos nuestros conocimientos en pos de la especialización?

Tenemos que tener algo muy claro: TODO ESTÁ YA INVENTADO. Así que lo que menos importa es el qué sino el cómo y el secreto de ese cómo es nuestro, de cada una de nosotras. Hay montones de contables ahí fuera, pero contables que además hayan estudiado Bellas Artes seguramente haya muy pocas.

Es nuestra diversidad lo que nos llevará a reinventar el mundo laboral y sus necesidades. Sin ir más lejos, Susana Torralbo es fotógrafa, publicista y comunicadora y lo está petando con su servicio de Loft Sessions porque es un servicio único en el que ella ha conseguido combinar todas sus facetas para enseñarle a mujeres emprendedoras cómo potenciar esas tres caras en su propia empresa. O, por ejemplo, la marca Enfermera en apuros, donde una ilustradora que, además es enfermera, ha diseñado y creado un montón de artículos específicos como gorros de quirófano, zuecos, rompeampollas, etc. Todo muy cuqui, ilustrado, precioso.

Y ahora me diréis: “Espera, Sami, ¿has dicho específicos? ¿Es un servicio especializado?” Aja, me encanta leeros la mente pero no. En este caso, lo que es específico es el público objetivo. De hecho, es muy específico porque Enfermera en apuros solo apunta a enfermeras. Lo que sucede es que la persona que está detrás, ha unidos sus dos profesiones tan pero tan distintas entre sí pero que de igual manera la definen y ha creado no solo material sanitario sino también bolis, cuadernos, tazas… todo un mundo SOLO para enfermeras. Ha unido toda su experiencia y sus conocimientos, ha agregado el ingrediente de la creatividad y así, ha creado una marca y un producto especiales.

Ahí, justo ahí, es donde quiero llegar. Todas nosotras tenemos algo que nos hace diferentes. Todas nosotras tenemos muchas vertientes. Por nuestros trabajos, por nuestros estudios, por nuestros hobbies. Nosotras, sí, que somos capaces de hacer más de una cosa a la vez. Nosotras, que somos tan polivalentes, tan fuertes, tan versátiles, tan capaces de llevar una casa, un trabajo, hijos… ¡Hijos! Nosotras. Nosotras tenemos que unir todo eso que sabemos y ser capaces de retroalimentar nuestras habilidades entre sí, unas con otras, para así crear algo innovador que surja de la combinación, de la asociación de ideas.

La diversidad multiplica nuestros recursos útiles, nos ayuda a sentirnos más plenas y felices con nosotras mismas y, claramente, nos hace más creativas. Un mundo globalizado necesita personas capaces de integrar en un todo cosas diversas.

Da igual a lo que nos dediquemos. A la hora de empezar, lo que debemos tener claro es que nuestro principal capital somos nosotras. Solo nosotras podemos aportar a nuestro proyecto algo que nadie más puede: nuestra personalidad. Así, tan diversa como sea, completa. Porque al final, es esa diversidad la que nos enriquece y nos hace especiales.

Todo eso que alguna vez hemos aprendido, hemos oído, hemos visto, hemos leído, hemos vivido. Todo eso es lo que somos. Una maraña ÚNICA de conocimientos y experiencias que nos hacen diferentes. Y debemos sacar el máximo partido a esas diferencias. Convertir eso que somos y queremos y nos gusta en un estilo de vida. Una combinación imposible de imitar porque nadie más puede convertirse en ti, en mí, en ninguna de nosotras.

Tenemos que dejar de perder el tiempo mirando hacia afuera y mirarnos más a nosotras mismas para crear de una vez por todas ese universo rico, diverso y especial que solo a nosotras nos pertenece. Haced el ejercicio, sí. Investigaos, descubrid quiénes sois, cómo sois, cuáles son vuestras armas, vuestros poderes. Todo eso es útil para vuestro proyecto. Todo conecta, todo aporta, todo te lleva de una idea a la siguiente. Lo que de ahí salga será AUTÉNTICO y, por tanto, INIMITABLE. Si lo conseguís, además, haréis que vuestro trabajo no sea una obligación. Y si el sentido de la vida consiste, como yo personalmente creo, en disfrutarla y ser felices, trabajar en algo que nos llene y nos satisfaga no debería ser un mal comienzo.

Así que chicas, con esta idea lo dejamos. Por favor, a soltarse más, a aprender, a buscar, vamos a animarnos más, a descubrir, a descubrirnos. Tirémonos más seguido a la piscina con cosas nuevas pero no arrinconemos las viejas. Sumemos. Mezclemos. Combinemos aptitudes así como combinamos la ropa. Que nuestro trabajo vaya a juego con nuestra persona.

La vida es muy corta para vivir con miedo a ser completas. NOSOTRAS, todas nosotras, somos DEMASIADO maravillosas como para no enseñar al mundo todos nuestros yos. ¿Sí o qué? ¿Os animáis a ser especiales?

Muy buenas tardes y ¡sed felices!


El taller

Este año, al cambiar el formato, solo había una ronda de talleres y uno de ellos era el mío de carvado. Gracias a Manualidades Chopo y sus bonitos materiales, además de aprender las cuestiones básicas de la técnica, también trabajamos estampando una bolsa de tela. Hicimos flores, hojas, limones y lo mejor de todo es que luego, cada una de mis alumnas, fue jugando con distintos colores, texturas, mezclas y distintas combinaciones de sellos consiguiendo así que cada bolsa fuese única.

Foto YoDona

Fue un taller muy divertido. Mis alumnas, como siempre, han sido un puñado de soles y a mí me vino muy bien para volver a ser yo misma después de los nervios que había pasado encima del escenario. Pero si no pudiste estar allí, no importa. Descarga las plantillas que hemos utilizado, pinchando aquí y disfruta tú también estampando todo lo que tú quieras.

Por mi parte, solo resta decir que me lo he pasado en grande. He disfrutado mucho el hecho de volver a coincidir con tanta gente maravillosa y conocer a mucha gente bonita que se acercó a saludarme. Muchas, muchísimas gracias a tod@s ^.^

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Sami Garra
hola@samigarra.com
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